Fraude Publicitario. Estrategias para llamar “bio” o “natural” a cosméticos que no lo son
Producir cosmética natural es más caro y más complicado que producir cosmética con ingredientes convencionales. Hay que ser un experto para elaborar buenos productos de cosmética natural; no todos los profesionales de la cosmética saben hacerla. Además, si los ingredientes son ecológicos, y si los productos cosméticos están certificados, aún hay que añadir más costes a la producción. De ahí que muchas empresas intenten, con publicidad fraudulenta, darnos gato por liebre. Resulta muy tentador ofrecer al mercado productos con el nombre “natural”, o incluso con el nombre “bio”, “eco” u otros términos similares, sin tener que pasar por los retos de producir cosmética natural y, sobre todo, produciendo productos más baratos que permitan obtener un mayor margen de beneficio (vendiéndolos a un precio como si fueran lo que no son).Existen varias estrategias que las marcas no certificadas usan para presentar sus productos como naturales o ecológicos… Estrategias que resultan más exitosas si, como sucede a menudo, las llevan a cabo marcas grandes, que tienen medios para colocar sus mensajes en el mercado publicitario y convencer a los consumidores gracias a su presencia constante en los mass media. Estas empresas tienen muchos más medios que los que tienen los pequeños laboratorios y empresas comercializadoras que se certifican para poder ofrecer una garantía a sus clientes, pero que les cuesta mucho más hacer llegar su mensaje.Una de estas estrategias, muy utilizada últimamente, está basada en el envasado. Una de las marcas españolas que se presentan habitualmente como “cosmética natural” sin contar con ninguna certificación acaba de sacar una línea que usa la palabra “bio” en sus etiquetas. Su estrategia de mercado se basa en el uso del término “Plastic Free”, y se presentan como pioneros en este campo. USO INAPROPIADOLo primero que llama la atención, antes de entrar a analizar la reivindicación sobre el material de envasado, es el uso inapropiado del término “bio”. Antes que nada, hay que recordar que no es lo mismo “natural” que “bio”, ya que todo lo “bio” es natural, pero no todo lo “natural” es “bio”.Para que un producto cosmético se pueda etiquetar como Ecológico, Biológico, Eco, Bio u Orgánico (que son todos ellos términos sinónimos) tiene que contener un % significativo de ingredientes que hayan sido producidos y procesados según los métodos de producción ecológica que establece el Reglamento CE 834/2007 u otras normas reconocidas, y que cuenten con un certificado emitido por una entidad de certificación autorizada.Es decir, que en ningún caso se puede definir a un producto cosmético como “bio” solamente porque no use plástico en su envasado. Con respecto al material de envasado: no usan plástico sino que sus cremas se presentan en botes de cristal con tapas de aluminio, metidos a su vez en cajas de cartón. En su publicidad utilizan diversos términos que apelan a la conciencia medioambiental del consumidor: además de “plastic free”, usan otros reclamos, como “zero waste”, y dicen que sus envases son reciclables, reusables y/o procedentes de fuentes sostenibles; dicen también que se minimiza la huella de carbono a su mínima expresión y se reduce el impacto medioambiental.Todo esto está bien, pero no es nada extraordinario. No son los únicos en usar este tipo de envasado ni este envasado es nada novedoso, hay muchas cremas envasadas en cristal con caja de cartón exterior. Además, si realmente quieren hacer algo significativo con respecto al envasado, podrían prescindir de la caja de cartón, pues hace falta cortar árboles para fabricarlas. Es muy habitual en cosmética presentar los productos en un doble envasado. La caja de cartón protege el bote con el producto de la luz y de posibles golpes, y permite explicar mejor toda la información que lleva la etiqueta, tanto la obligatoria por legislación como la promocional de cada marca; pero insisto, esto es algo normal, casi todas las marcas usan cajas de cartón para el envase exterior. Por eso, si alguien se quiere realmente distinguir en base a su envasado, debería hacer algo distinto de verdad.En cuanto a los ingredientes de estos productos etiquetados como “bio”, no hay ninguno que conste que son “bio”; los hay que son naturales, pero no todos lo son. Esta es la lista de ingredientes de una de las cremas de esta línea “Bio”:Aqua, Aloe Barbadensis Leaf Extract, Caprylic/Capric Triglyceride, Pentylene Glycol, Hydrogenated Vegetable Oil, Myristyl Myristate, Isostearyl Isostearate, Sucrose Polystearate, Frutooligosaccharides, Glyceryl Stearate, Butyrospermum Parkii Butter, Squalane, Moringa Oil/Hydrogenated Moringa Oil Esters, Beta Vulgaris (Beet) Root Extract, Betula Alba Juice, Helianthus Annus Seed Oil, Rosmarinus Officinalis Leaf Extract, Cetyl Palmitate, Sodium Hyaluronate, Sodium Stearoyl Glutamate, Glycerin, Parfum (Fragrance), Sodium Phytate, Tocopherol, Xanthan Gun, Citric Acid, Lactic Acid, Potassium Lactate, Sodium Hydroxide, Carbomer, Biotin, Phenoxyethanol, Potassium Sorbate, Sodium Benzoate, Sodium Sulfite, Ascorbic Acid, Sodium Citrate. PRODUCTOS PROHIBIDOSAquí hay ingredientes, especialmente el Carbomer o el Phenoxyethanol, que nunca se podrían encontrar en un producto cosmético certificado; y otros, como por ejemplo el ácido hialurónico (Sodium Hyaluronate), o la glicerina (Glycerin), que sí se pueden aprobar, pero requieren un exhaustivo estudio de la información que debe aportar el proveedor de estos productos, pues, dependiendo de su origen y método de obtención, se podrían aceptar o no en cosmética natural. Entre otros aspectos habría que comprobar, para ambos ingredientes, que están libres de transgénicos y, en el caso de la glicerina, ésta podría ser de origen petroquímico.Otro ejemplo de ingrediente que requiere un cuidadoso estudio en el perfume (Parfum). Los perfumes pueden ser naturales o sintéticos, y ambos usan el mismo término INCI en el listado de ingredientes. Encontrar un perfume comercial en el que todos sus ingredientes, solventes incluidos, sean naturales, no es fácil, y los que hay son más caros que los que contienen ingredientes sintéticos. Por otra parte, a menudo es difícil conseguir toda la información necesaria por parte del proveedor para poder confirmar si el perfume es natural, pues la legislación permite llamar al producto simplemente “parfum” sin desglosar sus ingredientes, y esta tarea supone mucho trabajo para los laboratorios. Así que, si un producto cosmético no certificado nos dice