«Saber si un producto es Bio no es muy difícil, solamente hay que reconocer unos cuantos sellos»
-¿Qué es la cosmética ecológica certificada y qué la hace diferente de la convencional?
-La cosmética certificada se produce de acuerdo a una Norma escrita que debe de estar publicada, y debe haber una entidad de certificación que revise que el laboratorio o marca que ha solicitado la certificación cumple con la Norma, además de con todos los requisitos legales para la producción y venta de cosmética. Al no existir un reglamento oficial que regule la cosmética natural y ecológica, cada norma sigue sus propios criterios, aunque las normas principales que existen actualmente tienen criterios comunes en lo que es básico para definir un producto cosmético como natural o ecológico.
-¿Cuáles son las ventajas de utilizar cosmética ecológica certificada para nuestra piel y el medio ambiente?
-La cosmética natural utiliza ingredientes de origen natural, y si es cosmética ecológica, la mayoría de sus ingredientes agrícolas se habrán producido según los reglamentos para la producción ecológica, que es obviamente más respetuosa con el medio ambiente que otros sistemas de producción. Además, los ingredientes y los productos cosméticos deben producirse siguiendo los principios de la química verde, es decir, que deben ser biodegradables, y no deben producir efectos tóxicos, como ser disruptores endocrinos, cancerígenos, etc. Y para la piel son buenísimos, lo mejor, esto lo digo como consumidora de cosmética natural, ahora me sería imposible usar marcas convencionales de cosmética. Los laboratorios de cosmética natural que visitamos son lugares realmente limpios, producen muy pocos residuos, que no son tóxicos (y al entrar en ellos, normalmente huele muy bien).
-¿Qué requisitos debe cumplir un producto para obtener la certificación como cosmética ecológica?
-Cumplir con la Norma de la certificación que solicite y firmar un contrato con la entidad de certificación que ofrezca el servicio de certificar de acuerdo a esa Norma. La certificación consiste en la revisión de todos los ingredientes, fórmulas y etiquetas para comprobar si cumplen la Norma y hacer una inspección al laboratorio fabricante. Si hubiera aspectos que corregir (lo que solemos llamar No conformidades) la empresa que solicita la certificación debe corregirlas y cuando todo está correcto, se concede el certificado. El proceso hay que renovarlo anualmente.
-El greenwashing es una estrategia de marketing engañosa, ¿cómo podemos evitar caer en ella? y ¿cómo identificar un producto cosmético BIO?
-Sí, es un gran problema. Las palabras “natural” y “ecológico” o “bio” son atractivas y tienen demanda, pero producir cosmética ecológica de verdad es más caro y más complicado que producir cosmética convencional. Los ingredientes son más caros en general, porque tienen más calidad. Además, fabricar cosmética natural requiere de manos y mentes expertas, y requiere de tiempo, paciencia, capacidad de observación y curiosidad. Esto lo he podido comprobar muchas veces: un fabricante de cosmética convencional no sabe producir cosmética natural solo cambiando los ingredientes; es algo que hay que aprender.
Pues entre esto y que la certificación de cosmética restringe bastante los ingredientes que se pueden utilizar y el proceso de certificación supone un coste anual, pues existe la tentación de usar los términos atractivos, pero sin hacer el esfuerzo. Para saber si un producto es Bio hay que comprar productos certificados por certificaciones serias. No es muy difícil, solamente hay que reconocer unos cuantos sellos, y ya sabremos que alguien ha verificado que el producto es lo que dice ser.
-¿Cómo es el consumo en España respecto al mundo?
-Según Statista.com, la venta de cosmética ecológica y natural en el mundo alcanzó la cifra de 7,3 billones de dólares en 2022 y se espera que llegue a 58,6 billones en el 2031. Asia es el mayor mercado mundial, con el 32% del total, seguido por América del Norte y después Europa. Pero Alemania se despega de los datos generales de Europa, siendo el segundo mercado del mundo después de Asia, con 1,480 millones de euros.
El Reino Unido es un mercado importante, pero según tengo entendido ha decrecido últimamente por los problemas económicos derivados del Brexit y de la inflación. Y el consumo en España no es tan alto, según Statista, se prevé que alcanzará la cifra de 26 millones de dólares en el 2028, un 4,30% más que actualmente. El mercado va creciendo poco a poco, pero también hay mucha confusión y se sigue comprando mucho producto greenwashing.
Una característica propia de España comparada con otros países es la gran cantidad de emprendedores que hay en este sector. Lo vemos en la mayoría de las marcas que certificamos: hay muchos laboratorios pequeños y medianos que fabrican sus propios productos y/o que fabrican para otros, y muchas marcas nuevas que salen al mercado continuamente. Es cosmética de autor hecha por gente que ha tenido una idea de marca de cosmética natural, y dedica su vida a ello.
Núria Alonso es Ingeniera Técnica Agrícola. Tras adquirir experiencia profesional en el Reino Unido y Alemania (IFOAM), ha trabajado en el campo de la certificación en distintos países certificando e inspeccionando para distintas normas, desde el Reglamento UE, hasta el NOP de los EEUU, el JAS de Japón y privadas como Soil Association, Naturland y Bio Suisse. Desde el año 2002 publica ‘The Organic Standard’, publicación internacional especializada. Y, desde el 2010, desde su empresa BioCertificación coopera con Vida Sana encargándose del proceso de control a las empresas y productos certificados BioVidaSana junto con la certificadora internacional bio.inspecta.
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Foto de cabecera facilitada por Camassia