La piel del bebé juega un papel muy relevante en el cambio que supone pasar de un ambiente líquido, cálido y estéril en el vientre de la madre a uno seco, más frío y no estéril. Ha de ejercer una función de barrera para evitar la deshidratación y protegerlo contra las infecciones y necesita madurar antes de adquirir su pleno funcionamiento.
Anatómicamente, la piel de un bebé es más fina debido principalmente a que las capas más internas lo son, aunque la capa más externa, la epidermis, es solo ligeramente más delgada. El estrato córneo, que es el responsable de la función de barrera de la piel está menos desarrollado, especialmente hasta el primer mes de vida.
Desde el punto de vista funcional es una piel especialmente inmadura en la sudoración por lo que la regulación térmica no es la adecuada. Finalmente, el pH de la piel del recién nacido es neutro en comparación con el pH ligeramente ácido del adulto.
Entonces ¿Cómo cuidar la piel de los bebés? Hemos preguntado a varios laboratorios fabricantes de productos certificados BioVidaSana que formulan e incluyen en sus marcas una gama de productos para bebés.
Ingredientes a evitar
Como respuesta a esta pregunta, Andreu de Lilà Cosmetics, explica que hay que evitar la idea de que la cosmética convencional puede ser perjudicial para los bebés; la cosmética realmente perjudicial es la que está mal formulada y mal fabricada, tanto si es convencional como natural; aunque por supuesto defienden la cosmética natural, por ser mejor para el medio ambiente y presentar mayor afinidad para la piel que la convencional.
Este principio aplica para todos los usuarios de productos cosméticos, pero más aún si se trata de bebés. Como es natural se deben evitar aquellos ingredientes que son más agresivos para la piel y los más diferentes a los componentes naturales de nuestra piel, como los carbómeros y acrilatos, que son aditivos derivados de plásticos. A evitar también muchos ingredientes que encontramos frecuentemente en las formulaciones convencionales como aceites minerales y parafinas de origen petroquímico que forman una barrera oclusiva y pueden impedir la transpiración natural de la piel. Hay algunos ingredientes, que al estar cada vez más cuestionados ya se están utilizando poco, como algunos parabenos o los derivados de la isotiazolinona; pero, por otra parte, hay bases detergentes que pueden ser irritantes como el sodium lauryl sulfate o el sodium laureth sulfate que siguen siendo muy comunes en las formulaciones. También se deben evitar los colorantes y perfumes artificiales, que son del todo innecesarios.
No es conveniente utilizar productos con filtros solares químicos; de hecho, los bebés de menos de seis meses no deben exponerse al sol, y a partir de esta edad se pueden exponer al sol con precaución, usando protectores solares con filtros minerales como óxido de zinc.Aunque estén permitidos en las formulaciones de la cosmética econatural, sería necesario evitar ciertos ingredientes por su potencial para irritar las pieles especialmente sensibles como el alcohol etílico, los sulfatos o el sorbato potásico, que es un conservante. También debe evitarse el jabón sólido tradicional ya que su pH es demasiado elevado.
Otro aspecto a tener en cuenta son las sustancias con potencial más elevado para producir alergias entre los que se encuentran los aceites esenciales.
Ana Isabel de Amapola Bio-Cosmetics, nos confirma la idea de que es mejor evitar los aceites esenciales en general, y apunta que si acaso se puede utilizar un poco de aceite esencial de lavanda a partir de seis meses.
A este respecto, Alba Marín de Giura, aconseja además de evitar aceites esenciales y perfumes (para ellos es importante leer con atención la lista INCI de ingredientes por si aparecen nombres de alérgenos, como Limonene, Linalool, Geraniol, etc, y siempre que se aplique un producto por primera vez, testarlo en una pequeña parte del cuerpo del bebé.

Tres ejemplos de productos para bebés. La crema para zonas delicadas de Lilà; el aceite natural de Amapola Bio Cosmetics y el gel champú de la firma Giura
La mejor elección
Para la piel del bebé lo mejor es elegir formulaciones simples, con pocos ingredientes y basadas en aceites vegetales de primera presión en frío, como el de almendras dulces o el de coco, o hidrolatos como el de manzanilla, rosa o lavanda. Son muy beneficiosos los macerados de plantas con efecto calmante como la caléndula o la manzanilla en aceites naturales, nos comenta Ana Isabel.
Otros ingredientes aconsejables son el aloe vera que es hidratante, calmante y regenerador, el aceite de caléndula, antiinflamatorio y muy indicado para pieles sensibles y la manteca de karité que es nutritiva y protectora.
Para las cremas de pañal se aconseja el óxido de zinc, ingrediente de origen mineral y de consistencia parecida a una arcilla crea una barrera protectora entre la piel y el pañal. Este mismo ingrediente, junto al dióxido de titanio, se usa como barrera física en los protectores solares.
En el caso de los geles y champús se aconseja elegir limpiadores suaves elaborados a partir de aceites y azúcares como el Coco Glucoside, Decil Glucoside o Lauryl Glucoside.
Menos es más
Para de la piel de los bebés la filosofía “menos es más” tiene todo el sentido. En una piel que todavía se está desarrollando cuantos menos productos entren en contacto con ella mejor, incluso aunque todos los ingredientes sean naturales, deben evitarse las listas interminables de extractos, aceites y esencias, son mejores las fórmulas que contienen solamente los ingredientes justos y necesarios, afirma Andreu, de Lià Cosmetics.
Los cosméticos básicos para los bebés, que Alba Marín de Giura ha seleccionado serían: un gel de baño suave, una crema hidratante ligera, un protector para el cambio de pañal (con caléndula, aconseja Alba) y un aceite vegetal para masajes o aplicar en caso de costra láctea. A partir de los 6 meses se puede empezar a utilizar un protector solar con filtros minerales naturales.
La publicidad nos induce a comprar productos que no son necesarios y que, incluso, son totalmente desaconsejables como la colonia o el uso de toallitas, muy prácticas para el cambio del pañal, pero cuyo uso se debería reducir a cuando estamos fuera de casa.
Algunos consejos, errores frecuentes a evitar:
Los responsables de los tres laboratorios de cosmética natural entrevistados están de acuerdo en este aspecto; como resumen de sus respuestas podemos enumerar:
- Repasamos los tres consejos básicos son: testar siempre los cosméticos en una parte pequeña de la piel (aunque sean naturales), no exponer a los bebés al solo antes de los seis meses de vida y seguir en principio de “menos es más”; utilizar solamente los productos imprescindibles con una función clara y bien definida.
- Evitar bañarlos demasiado frecuentemente y que los baños sean largos y con mucha espuma. Los geles que producen mucha espuma son más irritantes. Al secar al bebé no frotar muy fuerte, mejor aplicar toques suaves.
- En invierno, tener un cuidado especial de las partes más sensibles y expuestas de la cara, como los mofletes, que se ven enrojecidos por el frío y el viento.
- Es mejor evitar los productos cosméticos que no se hayan formulado específicamente para bebés, aunque sean econaturales.
- Nunca hay que ignorar un síntoma de piel irritada porque podría ser una alergia.
- Hay que cambiar el pañal a menudo, si no es así, aunque se utilice cosmética natural, se puede producir dermatitis.
- Evitar lo más posible las toallitas limpiadoras.
Este artículo ha sido elaborado a partir de la información proporcionada por Alba Marín de Cosmetics Giura, Ana Isabel de Andrés de Amapola Bio-Cosmetics y Andreu Raurich de Lilà Cosmetics, todas ellas empresas certificadas por BioVidaSana.
Montse Escutia (Red Ecoestética) y Núria Alonso (Responsable Certificación BioVidaSana)


