Afeitarse es una acción cotidiana para muchos hombres. Aunque la piel del hombre es más espesa que la de la mujer y más resistente, bajo el pelo de la barba la piel es más sensible de lo que se pudiera pensar. Además, en cada afeitado se arrastra una parte del estrato córneo de la piel que, sumado a los posibles cortes, tienen como resultado una piel vulnerable y sensible después del afeitado.
Los productos de afeitado cumplen la función de facilitar el deslizamiento de la cuchilla sobre la piel evitando al máximo el daño a la vez que incorporan ingredientes que hidratan y calman la irritación de la piel. También pueden incluir en su fórmula algunas sustancias antisépticas para las microheridas que se producen.
Las cremas de afeitar empezaron a utilizarse en Europa en el siglo XIX y en 1930 apareció el primer formato en aerosol. Actualmente, entre los diferentes productos para el afeitado encontramos espumas, geles, cremas y jabones sólidos. También se propone el uso de aceites de afeitado que, al no usar detergentes, son ideales para pieles muy sensibles.
El formato aerosol facilita la aplicación y la eliminación de los restos del producto después del afeitado. Funciona dispersando partículas de un polímero disuelto en agua en un tamaño lo suficientemente pequeño como para formar una especie de nube. Cuando las partículas chocan con la cara o las manos se expanden atrapando la humedad, creando la espuma que permite una menor fricción de la cuchilla con la piel. Este formato incluye una sustancia propulsora que es un gas como el butano o el propano y que pueden provocar irritaciones en personas sensibles.
El ingrediente principal de los aerosoles es el agua junto con agentes espumantes como el Sodium Lauryl Sulfate, el Triethanolamine Stearic Acid o el Laureth-23. El primero ampliamente utilizado en geles y champús por ser muy barato, pero también con un potencial irritante alto, fue la causa de que las personas consumidoras empezaran a buscar productos “sin sulfatos” y sin embargo se sigue utilizando en otros muchos tipos de cosméticos. Las trietanolaminas (TEA) forman parte del grupo de ingredientes que pueden generar nitrosaminas como contaminante en los cosméticos, que son conocidas por ser cancerígenas. Por último, el Laureth-23, como todos aquellos ingredientes que contienen la silaba “eth”, provienen de un proceso de etoxilación en que se utiliza el óxido de etileno, compuesto cancerígeno que, aunque no está presente en el producto final, supone un problema ambiental y de salud para los trabajadores.
Estos productos también suelen contener aceites y grasas de origen petroquímico como vaselinas, parafinas y siliconas para conseguir que la cuchilla se deslice mejor. Los identificaremos en el INCI con nombres como: Carbomer, Acrylates o Dimethicone entre otros.
En algunas espumas de afeitar, incluso si se venden como naturales, encontramos PEG, un emulsionante derivado del petróleo que puede contener dioxinas en forma de contaminantes o EDTA que se para garantizar la estabilidad del producto usa y que es un importante contaminante ambiental que además es bioacumulativo.
Por último, incluyen sustancias conservantes como el fenoxietanol, que puede provocar alergias e irritaciones o los parabenes que son disruptores endocrinos. Además, se le añaden perfumes, en muchos casos sintéticos.
Los ingredientes de los productos de afeitado econaturales
En las formulaciones econaturales como tensiactivos y espumantes se usan detergentes suaves como Caprylyl/capryl glucoside, coco-glucoside, Sodium cocoyl glutamate, Cocamidopropyl betaine, cocamidipropil betaína, etc.
Para facilitar el deslizamiento de la cuchilla se incluyen en la fórmula aceites y ceras naturales como aceite de girasol, aceite de oliva, aceite de jojoba o la manteca de karité.
Además, se utilizan otro tipo de productos derivados de plantas con propiedades cicatrizantes, refrescantes, astringentes y antisépticas ya sea en forma de hidrolatos como caléndula o lavanda, extractos como el equiseto o el cannabis o aceites esenciales como lavanda, cedro, ciprés, tanaceto azul o menta entre otros. Estos mismos aceites son los responsables de proporcionar perfume.
Como conservantes se utilizan ingredientes como el benzoanto sódico o el sorbato potásico. También, en la formulación, se aprovechan las propiedades antisépticas que tienen los aceites esenciales y que contribuyen a la conservación del producto.
Hay que tener en cuenta que, para suavizar y relajar la piel después del afeitado, además de los productos cosméticos formulados, hay muchos productos mono-ingredientes que por sí mismos pueden cumplir con esta función, como la manteca de karité o los aceites vegetales de argán, jojoba y rosa mosqueta entre otros.
Sin embargo, los aceites esenciales, aunque tienen buenas propiedades también para las lociones de después del afeitado: son aromáticos, calmantes, en algunos casos antiséptico, no deben aplicarse directamente sobre la piel, si no que deben utilizarse en productos formulados con otros ingredientes donde los aceites esenciales estén en los pequeños porcentajes que permite la legislación de cosmética.
Comparando productos de afeitado naturales o convencionales:
Una espuma de afeitado Bio podría contener:
Aqua, Mentha Piperita Water* (hidrolato de menta), Decyl Glucoside, Glycerin, Coco Glucoside, Argania Spinosa Kenrel Oil* (aceite de argán), Butyrospermum Parkii Butter* (manteca de karité), Sodium Chloride Cedrus Atlantica Bark Oil* (aceite esencial de cedro), Citric Acid, Mentha Piperita Oil*(aceite esencial de menta), Potassium Sorbate, Potassium Benzoate, Linalool**, Geraniol**
Y una crema de afeitado Bio:
Aqua, Prunus Amygdalus Dulcis Oil* (aceite de almendras), Sodium Cocoyl Glutamate, Pentylene Glycol, Helianthus Annuus Seed Oil* (aceite de girasol), Calendula Officinalis Flower Extract* (extracto de caléndula, macerado en el aceite de girasol), Xanthan Gum, Tocopherol, Potassium Sorbate, Potassium Benzoate
En el listado se indican con un * los ingredientes ecológicos certificados y con **son los alérgenos que contienen los aceites esenciales. Como se puede apreciar la formulación en su mayor parte está formado por ingredientes naturales de origen vegetal: hidrolatos, extractos, aceites, mantecas y aceites esenciales. Como tensiactivos para producir la espuma se usan ingredientes suaves: Decyl Glucoside, Coco Glucosida y Sodium Cocoyl Glutamate. El Pentylene Glycol se usa por sus propiedades humectantes, conservantes y una acción hidratante suave. El Potassium Sorbate y Potassium Benzoate son los conservantes cuya acción se une a la de los aceites esenciales.
Una espuma de afeitado convencional podría contener:
Aqua, Ammonium Oleate, Ammonium Stearate, Butane, Camphor, Cocos Nucifera Extract (extracto de aceite de coco), Aloe Barbadensis Leaf Juice (jugo de aloe vera), Dimethicone, Propylparaben, Maltodrextin, Parfum, Triethanolamine
Los ingredientes subrayados no se permiten en cosmética natural certificada. Como se puede apreciar se usan ingredientes de origen natural, pero incluyen como detergentes Ammonium Oleate y Ammonium Stearate de origen químico, la dimeticona que es un polímero de silicona, derivada del petróleo, un parabeno, conocido disruptor endocrino, como conservante y trietanolamina (TEA) que algunos estudios indican que es tóxica para la piel, el sistema inmunitario y las vías respiratorias en los seres humanos. Además, contienen perfume que por la fórmula no podemos saber de qué se trata.
Como se puede apreciar, en cualquier producto cosmético o de higiene que elijamos, hay grandes diferencias entre los ingredientes naturales y convencionales, pero no hay grandes diferencias en cuanto a su eficacia.
Montse Escutia (Red Ecoestética) y Núria Alonso (Responsable Certificación BioVidaSana)