Aunque los dentífricos no son productos cosméticos de composición muy compleja en ellos podemos encontrar ingredientes que es mejor evitar. Una buena pasta de dientes debería cumplir todo lo que algunas marcas comerciales suelen anunciar: Sin azúcar, sin edulcorantes artificiales, sin tensioactivos sintéticos, sin conservantes, sin colorantes, sin perfumes sintéticos y sin sustancias de origen petroquímico.


Si analizamos algunos de los ingredientes más frecuentes en un dentífrico convencional, entre los poco deseables destaca el triclosán, antibacteriano muy usado y que se incorpora a los dentífricos para reducir la placa y la gingivitis. En la Unión Europea está clasificado como irritante para la piel y los ojos, persistente, bioacumulativo, tóxico y disruptor endocrino. El principal problema es que se acumula en los tejidos e incluso se ha detectado en la leche materna. Tienen efecto como disruptor hormonal y pueden ayudar al desarrollo de bacterias resistentes. Aún así su uso está permitido en los dentífricos hasta un límite de 0,3% de concentración.
Otro ingrediente estrella es el sodium lauryl sulfate y el sodium laureth sulfate, bases detergentes fuertes que pueden ser irritantes y son las responsables de que obtengamos una buena cantidad de espuma en la boca. Y para que la pasta de dientes sea dulce se suele recurrir a edulcorantes como el aspartamo y la sacarina, poco recomendables por sus efectos adversos sobre la salud.
A evitar también son los microplásticos que pueden formar parte de las fórmulas dentífricas convencionales o las nanopartículas, éstas últimas son la forma en que pueden encontrarse a veces los ingredientes de origen mineral. Los microplásticos en los dentífricos son esos puntitos, a veces brillantes, muchas veces azules, que se ven en la pasta. En octubre del 2023 la UE prohibió la adición de microplásticos en muchos productos, incluyendo en distintos tipos de cosméticos, aunque su prohibición total será gradual, en el caso de los dentífricos será efectiva en el 2027.
El flúor, o mejor dicho los fluoruros, forma química bajo la que se añade este elemento a los dentífricos, es uno de los ingredientes más controvertidos. Los detractores alegan que su uso se generalizó gracias a una estrategia comercial para encontrar una salida a los fluoruros, producto de desecho de varios procesos industriales, incluyendo la fabricación de acero, aluminio primario, cobre y níquel. Una exposición excesiva a este compuesto puede originar graves en diferentes órganos como por ejemplo el sistema digestivo, corazón, pulmones, huesos, y aparato reproductivo. Muchos dentistas lo defienden porque trasforma la hidroxiapatita del esmalte en fluorapatita, mucho más resistente frente los ataques bacterianos que provocan las caries y por eso, parece un ingrediente imprescindible para un dentífrico.
Por último, un ingrediente que recientemente está en el punto de mira es el dióxido de titanio. Se utiliza como colorante porque proporciona al dentífrico un color blanco brillante (CI 77891) que resulta muy atractivo a las personas consumidoras. Es un ingrediente de origen mineral que se usa en cosmética econatural principalmente como barrera física en los protectores solares. Pero la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria prohibió su uso como aditivo alimentario en 2022, ya que no se considera segura su ingestión. Por eso es poco recomendable en un dentífrico donde siempre hay opciones de ingerir una parte del producto.

Los ingredientes de los dentífricos econaturales

Los dentífricos naturales se componen de una pasta base que suele incluir un tensioactivo y sustancias activas de origen vegetal con propiedades antiinflamatorias, antisépticas y/o refrescantes como la menta, la salvia, el eucalipto, el hinojo, el aloe vera o el orégano. La pasta base incluye una sustancia ligeramente abrasiva para eliminar la placa como la sal, la arcilla, el carbonato cálcico, el bicarbonato sódico o la sílice. En el caso de los tensioactivos es importante que se trate de detergentes suaves, aunque ello suponga que hagan menos espuma.
El flúor no es un ingrediente prohibido en los dentífricos econaturales certificados. La publicidad a favor de su uso ha sido tan grande que la mayor parte de dentífricos contienen flúor y los consumidores lo asocian directamente como algo necesario. Por eso la mayoría de las normas de cosmética econatural permiten el uso de fluoruro de sodio, una sal inorgánica de origen mineral. Otros ingredientes con fluoruros como el Aluminiun Fluoride, no están permitidos en cosmética natural certificada. Por tanto, en este caso es una elección de las personas consumidoras si quieren que su dentífrico lo incluya o no.
Actualmente se están proponiendo algunas alternativas a los fluoruros como el xilitol o derivados de la caseína. El xilitol puede ser natural o sintético. Si es natural, como el que contienen los productos certificados, se obtiene de algunas plantas, principalmente corteza de abedul. Aunque es un edulcorante, no fermenta con las bacterias de la boca, por lo cual, tiene afecto anticaries.

Ejemplos de productos dentales ecológicos certificados BioVidaSana

 


Comparando dentífricos naturales y convencionales

Vistos cuales son los ingredientes más habituales en ambos tipos de dentífricos, vamos a comparar dos posibles fórmulas de dentífricos:

Dentífrico convencional: Glycerin, Hydrated Silica, Xylitol, Sodium Lauryl Sulfate, PEG-40 Hydrogenated Castor Oil, Propylene Glycol, Menthone Glyceryl Acetal, Sodium Methylparaben, Citric Acid, Xantham Gum, Potassium Acesulfame, CI 42090
Subrayados los ingredientes que no se pueden aprobar en cosmética natural certificada. La glicerina, siempre lo decimos, porque es un ingrediente que se repite en muchas fórmulas de cosmeticos, pero solo por el nombre no podemos saber si es de origen animal, vegetal o petroquímico, por lo que, al no poder verificarlo, la subrayamos.
Muchas fórmulas de dentífricos convencionales comienzan hoy en día con estos tres ingredientes (los que están en mayor % en la fórmula): glicerina y silica hidratada, que es un mineral y xylitol, un ingrediente de origen vegetal O sea, que si la glicerina fuera vegetal, no estaría mal, pero las fórmulas contienen también otros ingredientes no aprobables.
En este dentífrico hay varios que en principio serían de origen natural, pero que al procesarlos con ingredientes petroquímicos ya no se pueden considerar naturales, como el PEG-40 Hydrogenated Castor Oil (aceite de ricino, pero con PEG pasa aser un ingrediente etoxilado) y el Menthone Glyceryl Acetal. Existe el Menthone natural, pero con esta fórmula no lo es.
También tenemos el Propylene Glicol, que puede ser de origen natural o petroquímica, pero vista la fórmula suponemos que en este caso no es natural.
Y tenemos un edulcorante artificial, el Potassium Acesulfame; un conservante no permitido por las normas de cosmética natural muy reconocible: el Sodium Methylparaben; y un colorante artificial, el CI 42090.

Dentífrico natural: Glycerin*, Hydrated Silica, Xylitol, Calcium Carbonate, Salvia Lavandulifolia Herb Water*, Aloe Barbadensis Leaf Juice*, helianthus Annuus Seed Oil, Calendula Officinalis Flower Extract, Foeniculum Vulgare Oil*, Xanthan Gum, Mentha Piperita Oil*, Limonene**, Linalool**
Esta fórmula comienza con los mismos tres ingredientes que la fórmula convencional, pero la glicerina es ecológica* y si es una fórmula certificada sabremos como se han obtenido estos tres primeros ingredientes, los cuales se pueden obtener por métodos más o menos aceptables. También contiene otro mineral, un hidrolato de salvia, un extracto de caléndula 8el aceite de girsaol corresponde a este extracto), jugo de alore vera, y dos aceites esenciales, incluyendo los alérgenos ** que hay que declarar de la composición de estos dos aceites.
Ambas fórmulas sirven para limpiar los dientes, pero no da lo mismo usar una que otra.

AutorasNuria Alonso, Certificación BioVidaSana y Montse Escutia, Proyecto Ecoestética
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