Certificación de cosmética BioVidaSana

CAL MARGARIT Toda una empresa que gira en torno al cultivo ecológico de la lavanda

Joan Cerdanya es el propietario y gerente de Cal Margarit, una empresa rural y familiar que se dedica a la producción, entre otros, de aceite esencial de lavanda y diferentes productos de cosmética ecológica certificada ligados al cultivo de la lavanda. La firma estuvo en BioCultura BCN, donde hablamos con ellos.

-Sois una empresa que presume de ser rural y familiar…
-Estamos en Montant de Tost (Lleida). Un pueblo muy pequeño del prepirineo, en la cara sur del Cadí. Nos dedicamos a la cosmética derivada de la lavanda. Nosotros tenemos una finca de 12 hectáreas. De lavanda, unas cinco. Todo empezó porque teníamos una plantación de trufas. Pero se necesitan de 10 a 12 años para que eso dé dinero. Y pensamos en crear un cultivo que no diera problemas y pensamos en aromáticas para la cosmética. Algo que no fuera alimentario. Pero ahora también hacemos otros productos relacionados con la lavanda, como la cerveza, los embutidos, la miel.  Algunos productos son ecológicos y otros, sólo artesanales. La cosmética está certificada. Viene mucho público a visitarnos a la finca. Entre unas cosas y otras vamos tirando para adelante. También vendemos aceite esencial de lavanda por quilos. Tenemos un equipo grande que nos permite vender ese excedente a otros productores. Y todo lo cosmético sí que está certificado en ecológico.


“Con el aceite e hidrolato de lavanda lo hacemos todo. A partir de ello, sólo necesitamos la materia prima para elaborar los productos concretos: gel de baño, champú, crema corporal, tónico circulatorio, crema facial… También trabajamos la flor seca.  Para cosmética la lavanda no sólo tiene un efecto hidratante o tónico, sino que es una planta muy relajante y calmante en lo que respecta al aspecto terapéutico. Una gran parte del público nos pide nuestros productos por sus efectos calmantes”



UN CULTIVO MUY BELLO
-El cultivo de la lavanda es muy bello. ¿Es sencillo en ecológico?
-El cultivo en convencional de la lavanda es bastante fácil. Pero en ecológico se complica el asunto con la competencia de las hierbas adventicias. Como ahora tenemos pocas lluvias, el asunto es que no se muere, pero la planta rinde poco. Si pilla en verano la sequía, es complicado, porque el rendimiento de la planta baja mucho. Ahora bien, es poco exigente en abonos y por otro lado tampoco tiene plagas. Cada 10 años o 12 años hay que renovar, porque, si no, baja mucho el rendimiento. Tienes que tener la planta madre rejuvenecida para renovar. También tenemos un rebaño de oveja xisqueta, para mantenimiento. Las ovejas nos ayudan todo el año para comer el pasto que hay entre hileras de lavanda.  Sin ovejas, habría que hacerlo con cultivador una vez al mes. Sería otro coste. El rebaño también nos da beneficios indirectos. Aprendes a sobrevivir utilizando diversos recursos.

-¿Todo en vuestra empresa gira en torno a la lavanda?
-Con el aceite e hidrolato de lavanda lo hacemos todo. A partir de ello, sólo necesitamos la materia prima para elaborar los productos concretos: gel de baño, champú, crema corporal, tónico circulatorio, crema facial… También trabajamos la flor seca.  Para cosmética la lavanda no sólo tiene un efecto hidratante o tónico, sino que es una planta muy relajante y calmante en lo que respecta al aspecto terapéutico. Una gran parte del público nos pide nuestros productos por sus efectos calmantes. Nuestra sociedad está muy acelerada y la gente necesita parar, detenerse…


LA DISTRIBUCIÓN
-¿Cómo llegáis al público?
-Nosotros tenemos, aparte de la tienda por internet, mucho contacto con ferias como BioCultura. Asistimos a muchas ferias. A algunas ferias grandes  y a algunas ferias locales. Todo ello nos ha proporcionado muchos clientes y tiendas. También estamos en algunas plataformas y llegamos a todo el mundo a través de ellas. Nuestros clientes son personas muy concienciadas del tema medioambiental, de la salud, de lo local, de la cultura autóctona… Les gusta que, detrás del aceite esencial y de cada producto, hay una historia. A la gente le gusta mucho, casi más que el producto en sí, todo lo que hay detrás de él. Detrás de todo esto hay una familia haciendo todo. El packaging incide en todos estos factores. Muchos de estos clientes que no son de la zona llegan a subir a nuestra población para ver cómo se está haciendo y conocer de cerca la trazabilidad. Ahora, estamos también entrando en Europa. Estamos intentando entrar en Alemania, Italia y Bélgica. Nuestro aceite esencial se vende mucho en Londres para diversas empresas británicas.

-Supongo que a vuestro público le encanta la historia de que sois la única pareja joven del pueblo…
-En nuestro pueblo soy el más joven. Mi pareja y yo. Es un caso de despoblación rural, un caso muy emblemático. Tenemos una población muy envejecida. Mi pareja y yo somos los únicos jóvenes. Sólo se hacían forrajes, algo de ganadería, algún campo de patata… A medida que se van jubilando, los negocios van desapareciendo. Tenemos mala cobertura. Y el hospital, lejos. Y, cuando nieva, todo se complica. No es que sean hándicaps, aprendes a vivir con ello, pero todo eso complica las cosas. A cambio, eso sí, estamos viviendo en un lugar muy tranquilo y con el privilegio de vivir en plena Naturaleza. La gente agradece ver proyectos así y unos y otros te animan a continuar. Empecé con una ayuda para jóvenes agricultores. Si no, hubiera sido imposible. Y en eso estamos, a la espera de que las trufas empiecen a ser rentables. Es un proyecto para unos diez años. Ahora, otras empresas en Lleida, con nuestra cosechadora, han podido iniciar sus plantaciones de lavanda y de otras aromáticas. Casi siempre, lavanda. A veces también romero. Es difícil empezar en cosmética si no es con lavanda.

Esteban Zarauz
Foto: JuanMi Morales


LA JOYA DE LA CORONA
EL ACEITE DE LAVANDA
-Háblanos del producto que más os demandan…
-La joya de la corona es el aceite de lavanda vendido en estos frascos pequeños  como un producto delicioso y asequible al mismo tiempo. No tanto la venda a granel. Y también el champú de lavanda. Y eso que cuesta mucho, porque, en general, los clientes son fieles a sus productos de siempre. Pero, una vez que conocen nuestro champú, ya no lo dejan. También tiene un toque de caléndula que le da un aire especial.

+info
www.feixescalmargarit.com
info@feixescalmrgarit.com

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